La alimentación ocupa un lugar importante en la vida de la Escuela: es una de las necesidades básicas de los niños/as y es un proceso de aprendizaje que empieza desde el nacimiento.
Sabemos que los hábitos en relación con la alimentación que los niños/as adopten a estas edades, van a ser muy importantes para el futuro:Debemos garantizarles una dieta equilibrada y variada para que los niños/as crezcan sanos y se acostumbren a probar nuevos sabores y texturas y aprendan a comer de todo.
Nos proponemos que vayan adquiriendo hábitos saludables, como lavarse las manos, sentarse en una postura correcta, masticar bien,…
Que alcancen un nivel de autonomía adecuado a su edad.
Que el momento de la comida suponga para ellos una vivencia agradable, que no sea una “batalla” diaria.Para la creación de un clima tranquilo y relajado es importante contemplar un tiempo suficiente, un espacio cómodo y una actitud del educador afectuosa; de ayuda, respetuosa con el ritmo individual de cada niño/a y buscando un equilibrio entre la tolerancia y una cierta firmeza cuando sea necesaria. Que estimule a los niños/as a tener una actitud activa ante la comida.
A medida que los niños/as de la Escuela van siendo mayores, en el tiempo de la comida se crea una dinámica grupal que favorece los procesos de socialización; los niños/as se miran, se fijan los unos en los otros, intercambian juegos y conversaciones (según su edad), y deben respetar las normas básicas que se establecen para la actividad.
Bienestar, individualidad y atención a la diversidad, actividad, afectividad y autoestima, interacción y socialización, son principios psicopedagógicos que respaldan nuestra tarea.
La creación de unos hábitos saludables en relación con la alimentación, así como el aprender el cuidado de uno mismo; son la base para la interiorización de otros valores como el no consumismo y el cuidado del medio. Valores por los que apostamos. La autonomía es otro valor personal que permite manejarse solo, elegir o rechazar, tomar iniciativas, etc.