El teatro es un medio idóneo para conseguir y transmitir valores, apoyándonos y reforzando programaciones y nuestra propia práctica diaria. Para transmitir conceptos, que de otra manera, nos resultarían más difíciles o poco estimulantes. La realización de los distintos teatros da muchas posibilidades para acercarnos al niño y a sus familias, nos obliga a ponernos en su lugar, a comprenderlo y a investigar como ayurdarle desde sus demandas.
Con ello, ampliamos nuestro propio campo de comunicación a la vez que le ofrecemos nuevas vivencias por medio de las diferentes técnicas empleadas en teatro.
Entendemos el teatro como un momento grupal, de comunicación, de disfrute, de acercamiento a otras formas de ser y vivir, de establecer pautas de convivencia, de compartir experiencias, ilusiones, fantasías, miedos y angustias. A través de unos personajes que para el niño son conocidos; poco a poco se identificaran con ellos y les ordenarán sus vivencias para que puedan comprenderlas mejor.
Con el teatro no solo trabajamos el área de Comunicación y Representación, sino que abarcamos todas las áreas del currículo de una forma motivadora para los niños y los educadores.
Por otro lado, el teatro y la dramatización nos posibilita el dar vida a personajes queridos, revivir sueños y volver a la tierra, vivenciar el crecimiento de una planta o los cambios climatológicos. Podemos jugar a ser lo que uno desea a través de una historia que les vamos contando y que representamos con ellos o para ellos.
Es importante que tanto el teatro para niños como las sesiones de dramatización o imitación, tengan connotaciones didácticas; ya que deben surgir de sus propios intereses favoreciendo, todos los medios de comunicación y expresión: el gesto, la voz, el movimiento, la palabra, la música, las artes plásticas (dibujo, pintura, escultura...), etc.
Antes de ofrecer sesiones de teatro y dramatización no debemos olvidar que la observación, la imitación y el juego simbólico son unas de las primeras manifestaciones de la expresión dramática infantil y la primera experiencia que tiene el niño de carácter teatral. Por ello antes que nada habría que propiciarle experiencias y espacios que le permitan este juego espontáneo.