Cuando un niño se encuentra ante un material plástico y se le pone a su disposición sin ninguna pauta a seguir, su acción espontánea es manipular, experimentar y probar con ese material. Esta actividad, este modo espontáneo que tiene el niño de acercarse a los objetos, ese JUEGO: Surge de su necesidad de relacionarse con el mundo, de conocer. Es PLACER, lo manifiesta en su actitud y lo expresa corporalmente, es EXPRESIÓN, es una ACTIVIDAD SENSO_MOTRIZ.
La plástica va evolucionando como va evolucionando la forma de conocer y jugar. A medida que crecen los niños, avanzan hacia la representación intencionada, la comunicación, la simbolización...
En este proceso se va educando: el placer de mirar, la sensibilidad estética y la capacidad de expresar y comunicar a través del lenguaje plástico.
MATERIAL PLÁSTICO : Es aquel que tiene la característica de la plasticidad, que es transformable cuando se actúa sobre él, puede ser manipulado, adoptar diversas formas o recibir huellas o por el contrario, puede ser agente de una transformación: puede dejar huella sobre otra materia (soporte), como la témpera, Las ceras...
Planteamos dos tipos de actividad en función de la edad y el producto final:
SIN búsqueda de producto: Los niños disfrutan manipulando el material, experimentando y observando la transformación de la materia en todas sus vertientes. Lo pasan bien, en ocasiones, puede aparecer miedo ante un determinado material o ensuciarse.
CON producto final: Unas veces, parte de una necesidad que tienen los niños de comunicar y ser entendidos. De utilizar códigos convencionales de expresión. Otras veces son inducidos por el adulto: el niño comprende sus intenciones, es capaz de seguir pautas con atención y cuidado, y de mostrar entusiasmo ante los retos que se le plantean. Es gratificante aunque puede aparecer la pérdida de interés por la tarea, inseguridad o miedo a no saber hacer. Esto ocurre cuando la tarea programada no va en concordancia con los intereses del niño y su momento evolutivo. Deberán compaginarse estos dos tipos de tareas.
Con relación a la ACTITUD DE EDUCADOR : deberemos preguntarnos qué necesita el niño para poder expresar y cómo tengo que intervenir para proporcionárselo.
EL NIÑO necesita:
Tiempo: su propio tiempo, seguridad afectiva, espacios, materiales y soportes adecuados, propuestas adecuadas a su edad, retos difíciles pero no inalcanzables, libertad, pautas y límites, estímulo y motivación, atuendo adecuado, al adulto.
EL EDUCADOR tiene que:
Organizar el tiempo (teniendo en cuenta el tiempo real con el que se cuenta para esta actividad). Organizar los materiales y el espacio (el hecho de tener un espacio propio, resulta motivador en sí mismo, implica poder experimentar sin estar limitado por demasiadas consignas ¡ cuidado! ¡ no tocar! ¡no manchéis!...). Tener en cuenta el nº de niños, respetar el ritmo individual de cada uno. Escucharles y estar disponibles. Motivarles, dándoles cosas significativas, contener su ansiedad, animarles verbalmente, saber lo que hacemos y lo que queremos. Darles pautas y límites: pocos, claros y no contradictorios. Acompañarles en la acción. Paciencia. Poner palabras a Las acciones de los niños, preguntar para que verbalicen sus acciones.
Algunas consideraciones sobre la PLÁSTICA y los PADRES:
Algunos padres aprecian Las actividades de plástica, otros nos sorprenden por la indiferencia con la que pasan ante “Las obras” que a nosotros nos parecen admirables.
Los padres pueden descubrir el “encanto” de la plástica a través de los niños que les enseñan con ilusión sus trabajos.
Algunos padres les importa mucho que se manchen.
Los padres poco a poco ven el valor que la escuela da a Las producciones plásticas de los niños, esto les abre una nueva mirada y fomentan esta actividad en casa.
El afán por “reciclar” es contagioso, los padres al vernos utilizar material de desecho, nos lo traen de casa.
La mayoría de los adultos suelen pensar de sí mismos que no tienen imaginación y que “no saben hacer”; Cuando proponemos actividades plásticas entre padres, niños y educadores; se divierten y se muestran satisfechos viendo que “si saben”.
Año tras año, los padres se van “enganchando más” a la plástica. Valoran y comentan con entusiasmo Las “obras” de sus hijos.
Por todo esto,... Surge la necesidad de crear y sistematizar esta actividad en un TALLER DE PLÁSTICA.